jueves, 6 de febrero de 2020

Lugares poéticos / Cuadrante de Plaza Italia (2010)



Durante dos años, Cecilia Castro y Rosario Garrido se juntaron con diversos poetas chilenos para preguntarles sobre los lugares que consideraban poéticos. El resultado fue el libro Lugares poéticos. 49 poetas chilenos eligen 49 lugares de Santiago (Foramen Acus, 2010) cuyos textos fueron editados a partir de esas conversaciones. En mi caso, elegí Plaza Italia y la charla tuvo lugar en La terraza de Vicuña Mackenna. Diez años después, este es un texto sobre un lugar que ya no existe. 


Un lugar poético es un lugar político. No hay un lugar si no es político e ideológico. Incluso, el lugar más ideológico es aquel que se trata de definir como no ideológico, eso es casi totalitario. La tradición poética chilena es política. En la línea de Parra, Enrique Lihn, Rodrigo Lira, la poesía es un lugar donde intervenir y donde guarecerse. El Paseo Ahumada de Lihn tal vez sea uno de los grandes textos sobre lugares y la comprensión de lo que era Santiago en tiempos de dictadura.

No imagino un lugar físico, soy yo mismo. Un portador o practicante de una política. Uno es el lugar, salvo que uno se acerque a la institución o a la academia, que no es mi caso. Uno se va moviendo, parafraseo a Martínez, como la única forma de permanecer vivo. Es un lugar de acción donde es posible hacer un registro de realidad que pueda generar literatura. Lugares que por instinto están alejados lo más posible de los lugares de poder. Hay lugares construidos por el poder, fuera del poder o directamente en contra del mismo.

El bar es un lugar poético en términos de dinámica. Es un lugar difuso que tiene que ver con cierto tránsito, con la conversación en el contexto del alcohol. Hay efectos ópticos que parten en el bar, no en la sala de clases o la cátedra. Hay una tradición larga en ese sentido. Por ejemplo en la Unión Chica donde se juntaban los poetas a hablar de cualquier cosa menos de literatura. En el Rapa Nui, donde hemos hecho muchas lecturas y presentaciones los viejos nos conocen, nos aguantan, tienen la comprensión de que lo que se hace ahí tiene importancia. El bar es un lugar poético posible, hay que construirlo. Todo lugar es construcción. Nace de la necesidad de construir lugares de resguardo. Es un espacio donde es posible la conversación debido a que está fuera del pulso, del ritmo del poder y la productividad. Allí es posible el tiempo elástico, no mensurable. Esos son los lugares donde puede suceder la poesía.

El cuadrante de Plaza Italia me parece fundamental por razones biográficas, políticas y literarias. Biográficas porque soy santiaguino, nací en esta ciudad. He vivido en varios sitios, siempre en las proximidades de Plaza Italia. Estudié leyes en Pio Nono y también en la Facultad de Ciencias Sociales de la Chile, en calle Marcoleta, tras el Hospital de la Católica. Tuvimos una librería en Bellavista, lugar donde circulo mucho y que también es parte de esta constelación que podría tener su centro en Plaza Italia. Hay razones políticas y literarias que lo hacen un lugar de una vitalidad enorme. Un lugar de confluencia, una especie de encrucijada de Santiago en muchos otros sentidos. En términos sociales, por ejemplo, divide el arriba y el abajo. Aunque tal vez, ahora esa división está mucho más arriba, pero simbólicamente sigue siendo una especie de frontera. Todos los caminos llevan a Plaza Italia. Es una especie de nodo. Es un lugar de manifestación pública también, un espacio público no institucionalizado aún. Allí se manifiesta la ciudadanía y no en la Paza de la Ciudadanía frente a la Moneda.

Es un lugar super diverso, en el mismo cuadrante tienes desde el celular de Telefónica, que es un totem de la modernidad post-dictadura chilena, hasta boliches tradicionales de hace cuarenta o cincuenta años. Esa contradicción también es interesante. Es un lugar inseguro, sobre todo de noche, puede pasar cualquier cosa, hasta un asesinato. A pesar de ser central es un lugar bien salvaje. Todavía no está totalmente urbanizado.

Santiago de Chile, 2010





1 comentario:

  1. Qué bien Jaime. Con la otra Espagueti nunca olvidamos tu entrevista y la visión política que aportaste.

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