jueves, 22 de octubre de 2015

El Circo en llamas/Seminario de Crítica Literaria. 

Palabras de apertura


El Seminario de crítica literaria El Circo en llamas quiere ser un espacio para el diálogo y la discusión sobre las condiciones actuales del quehacer crítico nacional, sus tendencias y proyecciones. Para ello han sido convocados algunos de sus mejores exponentes. Aquellos que siguen con ojo atento y se hacen cargo tanto de los textos de nuestra producción literaria actual como del rastreo de sus antecedentes en nuestra tradición. Los lugares desde los cuales ejercen su oficio son múltiples y estarán representados en este encuentro: medios de comunicación, universidades y medios alternativos. El Circo en llamas es una invitación abierta a participar en esta conversación. Una conversación con aquellos que se ocupan de hacer leer. De propiciar el encuentro entre los libros y los lectores. 

Ese es el texto de convocatoria para este seminario. Estas palabras, cuya primera finalidad es darles la bienvenida, me dan la oportunidad de agregar un par de comentarios a esta breve declaración de intenciones.

El Circo en llamas le pusimos a este encuentro. Una referencia, desde luego, a Enrique Lihn y a su forma de comprender y practicar la crítica literaria y cultural como una actividad cuyo trabajo es la crítica radical de la vida. Sin embargo, este nombre alude también a la situación en que el quehacer crítico tiene lugar en nuestro país. A la escases de espacios y a la precariedad de medios. A la dificultad de ejercer esta práctica de creación y pensamiento que es la crítica en un país como este. Uno de los países donde leer es más caro en el mundo. Donde los niños no leen o no entienden lo que leen si es que llegan a hacerlo abandonando por un rato la televisión o la consola de juego. Un país que no parece recuperarse de esa historia larga de aniquilación cultural de libros y lectores que se inició con las piras en las calles al inicio de la dictadura y ha continuado después. Ahora que el dinero le ha impuesto, ya casi del todo, sus términos y su lógica a la cultura. El circo hace un buen tiempo que está en llamas, podríamos decir. 

En este contexto, se hace más urgente propiciar el intercambio y el diálogo respecto a una actividad que, a pesar de todo, no solo subsiste sino que parece crecer y desplegarse en ámbitos cada vez más diversos. Este seminario busca establecer una lectura y abrir un diálogo sobre estas experiencias de reflexión y escritura. Establecer colectivamente cierto estado de situación. A propósito, leo esto en una entrevista al crítico español Ignacio Echeverría: Si el estado de la crítica constituye un problema, la voluntad de resolverlo pasa por diagnosticar primero y cuestionar después las condiciones de todo orden —incluidas, por supuesto, las materiales— en que esa crítica se realiza, para a continuación preguntarse cuáles son las posibilidades de cambiarlas y las razones para hacerlo. Y es que hablar del estado de la crítica carece de sentido si no se precisa con anterioridad qué funciones le cumple desempeñar, a qué intereses obedece, a qué necesidades responde. Diagnosticar primero y cuestionar después, dice Echeverría. Me parece una buena forma de ponerlo. Hacer la crítica de la crítica. Reflexionar sobre las condiciones y las posibilidades del propio quehacer. Este seminario quiere ser un espacio para eso. Para ese diálogo necesario, para esa voluntad de comunicación. 


Valparaíso. Octubre de 2015



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